Cuadro Historias Pasadas

Hace muchos años, la desembocadura del río era un lugar de encuentro para los pueblos originarios que habitaban la región. Allí, las familias pescaban y recolectaban mariscos, mientras los ancianos contaban historias sobre espíritus del agua y leyendas de barcos que jamás regresaron. Con el tiempo, llegaron los primeros exploradores y comerciantes, construyendo pequeños muelles de madera y cambiando la vida tranquila del río por nuevas aventuras y desafíos. A pesar de los cambios, la desembocadura siempre conservó su magia: el lugar donde el río y el mar se encontraron, guardando los recuerdos de quienes vivieron sus orillas.