Cuadro Ecos del Horizonte

Desde este punto, el horizonte hacia el oeste se define por la inmensidad del océano Pacífico. La línea donde el cielo y el mar se encuentran es una franja casi perfecta, interrumpida solo por el movimiento de las olas que, en La Boca, suelen ser moderadas, con crestas blancas que rompen suavemente. El agua del Pacífico tiene un color azul profundo que se aclara hacia la orilla, donde adopta tonos turquesa o verdosos debido a la mezcla con el agua del río y los sedimentos que este arrastra. En días despejados, el horizonte marino parece infinito, con el sol si es un atardecer descendiendo hacia esta línea y tiñendo el cielo de tonos cálidos, desde naranjas y rosados hasta violetas suaves, que se reflejan en la superficie del agua, creando un brillo sutil que se extiende hacia el infinito.